El brote de coronavirus que afectó a China a finales de 2019 y que desde entonces ha sacudido profundamente al mundo, se convirtió en una preocupación y emergencia de salud, trayendo consigo muchos cambios.
Como ejemplo, en el rubro de la salud, se ha solicitado a los cirujanos realizar solo cirugías de emergencia, ya que las precauciones que se deben tomar al operar a pacientes sospechosos o positivos para COVID-19 son de suma importancia.
¿Cómo ha afectado el brote del nuevo coronavirus a la cirugía?
En la cirugía laparoscópica, una parte esencial de la técnica es el establecimiento y mantenimiento de un neumoperitoneo artificial; con esto viene el riesgo de exposición a aerosoles para el equipo de operación. Los bisturís ultrasónicos o el equipo eléctrico comúnmente utilizado en cirugía laparoscópica pueden producir fácilmente grandes cantidades de humo quirúrgico.
En estudios anteriores, se han detectado corinebacterias activadas, papilomavirus y VIH en el humo quirúrgico, creando mayor riesgo en la cirugía laparoscópica que en la cirugía abierta tradicional.
Debemos tener en cuenta que, a medida que la epidemia se propaga, los cirujanos tienen la responsabilidad de elevar el nivel de conciencia, prevención y control de la transmisión, como principio de todas las cirugías.
Por esta razón, hoy en día se recomienda el uso de sistemas de evacuación de humo durante la cirugía y el tratamiento de pacientes con COVID-19. Estos dispositivos de succión se utilizan como equipo de protección personal para aplicaciones abiertas y laparoscópicas.
¿Por qué utilizar un evacuador de humo?
Durante la cirugía endoscópica, se utilizan cuando el campo de visión del cirujano está restringido, debido al desarrollo de gas de humo durante la cirugía, este dispositivo se
acopla a la perfección con el dispositivo de insuflación para compensar una pérdida de presión en el neumoperitoneo.
Por otro lado, en una cirugía abierta la evacuación del gas de humo minimiza los olores desagradables y la contaminación del aire que se respira.
Los sistemas de evacuación de humo capturan eficientemente casi el 100% de las partículas en el aire en la fuente de generación, son silenciosos y fáciles de controlar. Además, eliminan el peligro, proporcionando seguridad laboral, protegiendo la salud del personal y de los pacientes.
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